Restauración parcial del lago de Texcoco como medida de adaptación al cambio climático y mejoramiento de la calidad
Periodo: 2011
Estatus: Concluido
Responsable:
Dr. Agustín García Reynoso
Entidad académica responsable:
Centro de Ciencias de la Atmósfera
Dependencias Involucradas Centro de investigación en Gestión de Riesgo y Cambio Climático, UNICACH; San Jose State University, California, USA; Departamento de Agricultura (USDA), USA

Lago de Texcoco. Haakon S. Krohn, Wikimedia Commons.
Resumen
Durante la temporada de secas, fría (noviembre-enero) y caliente (febrero-abril), las actividades agrícolas inician en espera de las primeras precipitaciones pluviales. Estas acciones consisten en quitar toda la cobertura vegetal del suelo para el barbecho de los terrenos. Una vez que el suelo ya no cuenta con protección, la incidencia de vientos intensos provoca que estas áreas sean propensas al fenómeno de la erosión eólica al encontrarse las condiciones favorables para desencadenar el proceso erosivo sobre la superficie del suelo (Díaz-Nigenda, 201 O).
Debido a la cantidad de partículas que son emitidas por los suelos agrícolas durante esta temporada, altos niveles de concentración de PM10 se reportan en la Ciudad de México, sobre todo cuando la velocidad media del viento es cercana a 8m/s. Otra de las áreas que impactan considerablemente la calidad del aire de la zona noreste de la ciudad, es el vaso del antiguo Lago de Texcoco (Vega et al., 2002; Díaz-Nigenda, 2005; Díaz-Nigenda, 2010), el cual posee un área aproximada de 70km2. Aproximadamente el 43% está desprovista de vegetación (Fernández-Buces, 2006).